Una
actitud es una forma de respuesta, a alguien o a algo aprendido y relativamente
permanente.
El término "actitud" ha sido definido como
"reacción afectiva positiva o negativa hacia un objeto o proposición
abstracto o concreto denotado".
Las actitudes son
aprendidas. En consecuencia pueden ser diferenciadas de los motivos bio
sociales como el hambre, la sed y el sexo, que no son aprendidas. Las actitudes
tienden a permanecer bastantes estables con el tiempo.
Estas son dirigidas siempre hacia un objeto o idea particular.
Las actitudes rara vez son de asunto individual;
Generalmente son tomadas de grupos a los que debemos nuestra mayor simpatía.
Las actitudes se componen de 3 elementos: lo que
piensa (componente cognitivo), lo que siente (componente
emocional) y su tendencia a manifestar los pensamientos y emocione (componente
conductual).
Las emociones están relacionadas con las actitudes de una
persona frente a determinada situación, cosa o persona. Entendemos por actitud
una tendencia, disposición o inclinación para actuar en determinada manera.
Ahora bien, en la actitud (preámbulo para ejercer una conducta), podemos
encontrar varios elementos, entre los que descollarán los pensamientos y las
emociones. Por ejemplo, en el estudio de una carrera, si la actitud es
favorable, encontraremos pensamientos positivos referentes a ella; así como,
emociones de simpatía y agrado por esos estudios. Las emociones son así
ingredientes normales en las actitudes.
Todos tenemos determinadas "actitudes" ante los
objetos que conocemos, y formamos actitudes nuevas ante los objetos que para
nosotros son también nuevos. Podemos experimentar sentimientos positivos o
negativos hacia los alimentos congelados, etc.
Una vez formada, es muy difícil que se modifique una actitud,
ello depende en gran medida del hecho de que muchas creencias, convicciones y
juicios se remiten a la familia de origen. En efecto, las actitudes pueden
haberse formado desde los primeros años de vida y haberse reforzado después.
Otras actitudes se aprenden de la sociedad, como es el caso de la actitud
negativa ante el robo y el homicidio; por último otros dependen directamente
del individuo.
Pese a todo, hay veces que las actitudes pueden
modificarse, lo cual obedece a diversos motivos. Por ejemplo, una persona puede
cambiar de grupo social y asimilar las actitudes de éste.
Lo que en mayor grado puede cambiar una actitud es la
información que se tiene acerca del objeto.
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